La fiscalía de Tokio ha acusado formalmente a Carlos Ghosn de dos nuevos delitos, el mismo día en el que expiraba su periodo de detención provisional. Cada vez se oscurece más el futuro judicial del expresidente de Nissan y antaño todopoderoso empresario, preso en Japón desde finales de noviembre.
La tenaza judicial japonesa se cierra cada vez más en torno a Carlos Ghosn. El mismo día que expiraba el periodo de detención provisional del que fuera todopoderoso dirigente de la alianza entre Nissan y Renault, la fiscalía de Tokio ha presentado dos nuevas acusaciones formales contre él.
Una, por utilizar a Nissan para cubrir pérdidas financieras personales, la otra, por haber ocultado al fisco nipón parte de sus ingresos en los tres últimos años, el mismo delito del que ya estaba acusado por el perído entre 2011 y 2015.
El empresario de 64 años lleva en prisión desde el pasado 19 de noviembre. El jueves no pudo comparecer en la audiencia porque sufría mucha fiebre. Su defensa intenta, con pocas esperanzas, conseguir su libertad provisional.