España pisa el freno en el asfalto: prohibido rodar a más de 90 km/h en las carreteras convencionales
España pisa el freno en el asfalto. Tras semanas de campañas de concienciación y bombardeo mediático, este martes han entrado en vigor los nuevos límites de velocidad: motocicletas y turismos ya no podrán rodar a 100 km/h en las carreteras convencionales, sino a 90 km/h como máximo. Camiones, furgonetas y autocaravanas no podrán superar los 80 km/h en esas mismas vías.
Con estas medidas, que no afectan ni a autopistas ni a autovías, se persigue reducir en un 10% por el número de accidentes mortales en las carreteras convencionales, las que registran el mayor índice de siniestralidad. En 2018, en ellas perdieron la vida 877 personas.
Si miramos a Europa, el país que menos siniestralidad registra en estas vías, con 25 fallecidos por millón de habitantes, es Suecia, donde la velocidad máxima permitida es de 70 km/h. En verde, vemos los países, entre ellos Francia y Holanda, donde el límite es de 80 km/h. España se acaba de integrar en el club de los 90 km/h, el más nutrido. Alemania encabeza el reducido grupo de países en los que se puede circular a 100 km/h en las carreteras convencionales.
El caso francés es particular. A pesar de tener un balance positivo desde que se implantó el límite a 80 km/h el pasado verano, el Ejecutivo está dispuesto a dar marcha atrás en algunas carreteras. El límite era muy impopular y los chalecos amarillos habían inutilizado más de la mitad de los radares fijos en estas vías.
Sobre estas líneas se muestra el gráfico que servirá para comparar los datos de víctimas mortales en las vías interurbanas tras la entrada en vigor de los nuevos límites de velocidad en las carreteras convencionales.