Seis años de cárcel para el cardenal Pell por pederastia. Esta condena sacude los cimientos de la Iglesia Católica. El cardenal australiano llegó a ser número 3 del Vaticano y hombre de confianza del papa.
PUBLICIDADUn seísmo sacude la Iglesia Católica. El cardenal australiano George Pell, que llegó a ser número 3 del Vaticano y persona de confianza del papa Francisco, ha sido condenado en Australia a seis años de prisión por pederastia.
Pell ha sido declarado culpable de cinco delitos de abusos sexuales cometidos sobre dos menores en los años 90 en Melbourne, cuando el prelado, que en la actualidad tiene 77 años, era arzobispo de esta ciudad.
"Usted no es ningún chivo expiatorio de presuntas faltas de la Iglesia Católica"
"Soy consciente de que la duración del encarcelamiento que estoy a punto de imponerle conlleva la posibilidad real de que no viva suficiente para salir de prisión -dijo el juez Peter Kidd-. Como presidente del jurado, le digo que usted no es ningún chivo expiatorio de ninguna falta o presunta falta cometida por la Iglesia Católica".
Pell llevaba ya detenido desde el 27 de febrero, un día después de hacerse público el veredicto del jurado que, de manera unánime, le declaró culpable de abusar de dos niños de 13 años del coro de la catedral de St Patricks.
Mayor dignatario de la Iglesia Católica condenado por pederastia
El cardenal australiano se convierte con esta sentencia en el mayor dignatario de la Iglesia Católica encarcelado por pederastia. La sentencia señala que el cardenal, que ha apelado la condena, tendrá que pasar como mínimo tres años y medio en la cárcel.
Las sospechas perseguían a Pell desde hace mucho tiempo. Ya en 2002, un hombre aseguró haber sido abusado sexualmente por el prelado siendo niño. También se le acusó de abusos en la década de los 70 en su localidad natal de Ballarat, donde ejerció como sacerdote y educador en distintas parroquias y centros católicos.
Eso no impidió su ascenso fulgurante hasta convertirse en una de las figuras más importantes de la curia romana. De hecho, fue uno de los cardenales papables en 2013, cuando fue elegido Francisco.
Tras ser declarado culpable el pasado 26 de febrero, el Vaticano anunció que dejaba de ocupar el cargo de prefecto de Economía, considerado el tercero en importancia de la Santa Sede, y se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal.
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