El autodenominado Estado Islámico se queda sin territorio, pero sigue suponiendo una amenaza. Las Fuerzas de Siria Democrática acabaron este sábado con el último reducto del ISIS en la localidad de Al Baguz. Sin embargo, la comunidad internacional mantiene que el grupo sigue suponiendo un peligro
El autodenominado Estado Islámico se queda sin territorio, pero sigue suponiendo una amenaza. Las Fuerzas de Siria Democrática, un conglomerado de efectivos kurdos y árabes apoyado de EE UU, el Reino Unido y Francia, acabó con el último reducto del ISIS en la localidad de Al Baguz. Sin embargo, la comunidad internacional mantiene que el grupo terrorista sigue siendo un peligro, algo que Estados Unidos quiere dejar claro a sus aliados:
"Una vez lograda la derrota del ISIS en Siria e Irak, aún nos queda mucho por hacer para lograr vencer definitivamente al grupo terrorista. Hemos sido claros en que la campaña no ha acabado. El ISIS, o Dáesh, sigue suponiendo una amenaza para la región, para los Estados Unidos y para sus aliados", explicó el sábado el funcionario del Departamento de Estado de EE UU encargado de Siria, William Roebuck.
Por su parte el presidente francés Emmanuel Macron y la primera ministra británica Theresa May, cuyos países respaldan a las Fuerzas de Siria Democrática, aseguraron este sábado que se ha dado un gran paso. Desde la pérdida masiva de territorio en 2017, el Dáesh se ha organizado en pequeñas células llevando a cabo campañas de secuestros y asesinatos.