Reunión entre la junta militar y grupos políticos, mientras continúa la presión para que el Gobierno militar de Sudán ceda el poder a un gobierno de transición civil.
Continúa la presión sobre el Gobierno militar de Sudán. Miles de manifestantes siguen acampados frente al cuartel general del Ejército en Jartum. Aseguran que no se irán hasta que haya un traspaso inmediato de poder a un gobierno de transición civil.
El domingo, los organizadores de la protesta presentaron una lista de demandas a los miembros del consejo militar, que el jueves derrocaron al hasta entonces presidente del país, Omar al Bashir.
"El Gobierno ha caído, pero seguimos esperando a que se cumplan nuestras demandas, entre ellas que todos los líderes del régimen anterior sean entregados para que se enfrenten a juicios justos aquí, en Sudán, para que lo veamos con nuestros propios ojos", decía una manifestante.
El nuevo líder de la junta militar que gobierna ahora Sudán, Abdelfatah al Burhan, aseguró que sacaría del poder al antiguo régimen, pero tras anunciar que el periodo de transición hacia un gobierno civil sería de dos años, los manifestantes anunciaron que seguirían en las calles.
Este domingo, la junta militar se reunió con representantes de las fuerzas políticas y anunció una serie de compromisos para calmar a los manifestantes, que exigen el nombramiento de una figura independiente y consensuada para liderar la transición en Sudán.
Entre las promesas está la puesta en libertad de los manifestantes detenidos en las protestas contra el antiguo presidente y el desmantelamiento de los poderosos Servicios de Seguridad e Inteligencia, que cuentan con un amplio historial de violaciones de los derechos humanos.