Sábado número 23 para los "chalecos amarillos" en Francia

Las calles de Francia volvieron a arder este sábado en la jornada número 23 de los chalecos amarillos. Ni siquiera la imagen de unidad nacional tras el incendo de Notre Dame ha sido capaz de aliviar las tensiones entre el Gobierno y estas movilizaciones que reaparecen con fuerza cuando todos pensaban que habrían cesado. Aunque no movilizó a tanta gente como en sus inicios, en la protesta de este sábado se vivieron escenas violentas y choques contra la policía de pequeños grupos radicales que acudieron entre las cerca de 60.000 personas que salieron a la calle para dar un ultimatum a Emmanuel Macron.
Algunos de los asistentes ponían en duda las donaciones millonarias para reformar Notre Dame. Esta señora considera que las grandes fortunas como la de Bernard Arnaults, que cedió 200 millones de euros, no son sino intentos de obtener ventajas fiscales que hacen que estas personas acaben ahorrando dinero, por eso, asegura, se ve obligada a seguir con las manifestaciones para apoyar a la gente corriente.
El Gobierno de Emmanuel Macron anunció hace diez días que bajaría los impuestos lo más rápido posible para aliviar las tensiones con los chalecos amarillos, una medida que tampoco consiguió apaciguar los ánimos de los manifestantes.