Este domingo vive su día más sagrado que marca el final de la Semana Santa ortodoxa
Jornada de festividad en todo el mundo para los cristianos ortodoxos.
Emoción contenida en las puertas de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, donde, según la tradición cristiana, tuvo lugar la Resurrección de Jesús. Este domingo vive su día más sagrado que marca el final de la Cuaresma para los ortodoxos.
La Iglesia Ortodoxa de Macedonia del Norte también ha participado este año en Jersusalén por primera vez, con la presencia de un clérigo macedonio entre las filas de una delegación búlgara que asistió al acto.
Ceremonias similares se repiten en iglesias y catedrales ortodoxas de todo el mundo.
Con la llegada de la Pascua, los creyentes se permiten caprichos que han tenido prohibidos durante la Cuaresma, como unos dulces llamados "Kulichi" y los huevos de Pascua, que decoran con esmero y llevan a las iglesias para que sean bendecidos. Un jornada, que para los fieles se ha convertido en el día más alegre del año:
"Este es el día de la Resurrección, es día más alegre del año. Es el día en que la gente no puede dejar de sonreír, todo el mundo tiene una sensación de alegría inmensa", asegura Yevgeniya Timchenko, rusia ortodoxa.
"Conmemoramos esta fiesta de una manera tradicional, hacemos pasteles de Pascua y pintamos huevos. Esta es una fiesta muy сeremonial, para traernos felicidad, alegría, purificación", añade otra feligresa.