Llega el verano y con él, el calor y las ansiadas vacaciones del período estival. Pero, como siempre, la gran concentración de vehículos en la carretera da paso a los inevitables y tediosos atascos
Al volante, hay que armarse de paciencia. Llega el verano y con él, el calor y las ansiadas vacaciones del período estival. Pero, como siempre, la gran concentración de vehículos en la carretera da paso a los inevitables y tediosos atascos. El tráfico se ralentiza y el viaje se hace eterno, como les ocurre a quienes regresan o se dirigen a Croacia, estos días, procedentes de Italia y Eslovenia. Entretanto, para evitar la emisión de gases contaminantes en poblaciones rurales, en Austria, el Gobierno no permite que los conductores abandonen la autopista A10.
Como explica un representante de las autoridades locales, durante los próximos fines de semana permanecerá abierta una oficina en la que se gestionarán los asuntos relacionados con el tráfico. Así, personal de la organización que administra la autopista y del estado de Salzburgo decidirá qué tipo de medidas tomar para mantener el flujo del tráfico.
En Suiza, el comienzo de las vacaciones de verano en muchos cantones ha provocado grandes atascos en el túnel de carretera de San Gotardo, donde los minutos se convierten en horas.