Los hechos ocurrieron frente a la oficina de representación de China.
La policía de Hong Kong atacó a los manifestantes en una nueva jornada de protestas en las calles. Los disturbios tuvieron lugar frente a la oficina de representación de China, mes y medio después de que comenzaran las movilizaciones tras el polémico proyecto de ley de extradición que permitía que los hongkoneses fueran juzgados en la China continental.
Activistas vestidos de negro, muchos de ellos con máscaras y paraguas, desafiaron las órdenes de la policía y marcharon más allá del punto final oficial de la manifestación.
"Instamos al Gobierno a que deje de llevar a Hong Kong al borde de la destrucción y a que trabaje junto al pueblo para devolver a nuestra ciudad por el camino hacia una sociedad unida, democrática, libre y justa", dijo en alto uno de los manifestantes.
La jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, ha declarado el proyecto de ley muerto, pero los manifestantes están insatisfechos con su negativa a retirarlo formalmente.
Algunos también le piden que renuncie en medio de la creciente preocupación por la erosión constante de los derechos civiles en la ciudad.