El avión chocó contra una bandada de gaviotas, lo que provocó la destrucción de una de sus turbinas y de su tren de aterrizaje.
Un aterrizaje de emergencia en un campo de maíz se ha convertido en el nuevo suceso de Rusia
Sin dejar ninguna víctima mortal, el avión de Ural Airlines cayó en un campo al sureste de Moscú tras que una bandada de gaviotas chocara contra uno de sus motores.
La aeronave transportaba 233 personas y solo 55 resultaron heridas.
Según la agencia de noticias Interfax, una persona habría sufrido lesiones graves.
Los medios locales han apodado al aterrizaje el "milagro de Ramensk" en referencia al distrito de la región de Moscú donde el avión se estrelló.
Un pasajero, de forma anónima, aseguró en una entrevista a un medio local que el avión había empezado a temblar violentamente poco después del despegue.
"Cinco segundos después, las luces del lado derecho del avión empezaron a parpadear y había un olor a quemado. Luego aterrizamos y todos huyeron", relató.
El piloto a cargo Damir Yusupov ha recibido alagos de sus colegas por haber aterrizado el avión de forma magistral al no contar con el tren de aterrizaje y con una sola turbina.
El Airbus 321 debía volar del Aeropuerto Internacional de Zhukovsky a Simferopol en Crimea, la península anexionada por Rusia.
El director general de la Aerolínea, Serguéi Skurátov declaró que las coliciones de aviones con bandadas de pájaros son muy raros y que suceden uno cada 50 años.
Sin embargo, estos accidentes además de peligroso tienen costos multimillonarios por lo que diferentes métodos se han puesto aprueba para evitarlos, como luces led de diferentes colores que ahuyentan a las aves.