El gobierno británico prefiere que sus diplomáticos se centren cuestiones más importantes para el país.
El gobierno del Reino Unido ha anunciado que retirará a sus diplomáticos de la mayoría de las reuniones de la UE. Se trata de un mensaje político de Londres, a poco más de 2 meses de la fecha prevista de ruptura.
El gobierno de Boris Johnson quiere que sus representantes dediquen su tiempo a otras cuestiones, una decisión desacertada según algunos analistas.
"Si no vas a ciertas reuniones, te pierdes la historia completa. Te llega información de aquí y de allá, pero te pierdes esas conversaciones de café, caminando fuera de la habitación o por el pasillo. Además, el Reino Unido sólo será un estado miembro hasta el 31 d e octubre, así que sería muy interesante y probablemente sabio que los diplomáticos británicos estuviesen en tantas reuniones como fuera posible en el período previo a la salida", dice la investigadora Georgina Wright.
Pero Boris Johnson no lo cree así. El primer ministro opta por hacer exactamente lo contrario a su predecesora, Theresa May, que envió todavía más diplomáticos a Bruselas. La razón: asegurarse de que Londres no pierda el ritmo.
"El enfoque de Theresa May fue pensar ´bueno, si nuestros diplomáticos ya no van a ser parte de esas reuniones una vez que nos hayamos ido, entonces necesitaremos reforzar nuestra presencia en Bruselas y en diferentes estados miembros, porque va a ser mucho más difícil conseguir esa información sobre lo que está sucediendo´", añade Wright.
Johnson está claramente jugando sus cartas, esperando que su mayoría de un voto se mantenga durante las próximas nueve semanas.