Amber Rudd critica con dureza la expulsión del Partido Conservador de los diputados contrarios a un Brexit duro, calificando la decisión del 'premier' de "acto de vandalismo político".
PUBLICIDADEl Gobierno de Boris Johnson hace aguas. Su ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, ha dimitido, al no aceptar la expulsión del Partido Conservador de sus 21 compañeros de filas, contrarios a un Brexit duro.
"Esta matanza miope de mis colegas ha despojado al partido de diputados conservadores tolerantes y dedicados. No puedo apoyar este acto de vandalismo político", ha dicho en su carta de dimisión.
Aunque Johnson sigue teniendo sus incondicionales, son muchos los que opinan como ella, como el diputado independiente Dominic Grieve, exmiembro del Partido Conservador.
"Estoy horrorizado de que un primer ministro, un primer ministro conservador, que dice ser conservador, se esté comportando de esta manera. Somos un partido que defiende el estado de derecho, la Constitución... Ha estado camino de destrozar la Constitución y ahora dice, que podría violar la ley. Esto es ridículo y vergonzoso", ha declarado Grieve.
"Una vez que sales de la burbuja de Westminster, la metrópoli de Londres, es sorprendente la sensación de apoyo que estoy escuchando ahora a favor de Boris. Después de todo, lo único que está haciendo es tratar de cumplir la promesa que los políticos hicieron a la gente hace tres años", ha dicho el diputado del Partido Conservador Nigel Evans, saliendo en defensa del premier.
No se vio apoyo a Johnson, este sábado, en las calles de Londres, sino todo lo contrario. Cientos de personas salieron a la calle para protestar contra el Brexit y contra el actual Gobierno y su líder. Pidieron la dimisión de Johnson y corearon lemas por la democracia y a favor de los inmigrantes.