El primer ministro británico tuvo un tono conciliador respecto a la posibilidad de un Brexit con acuerdo tras reunirse con su homólogo irlandés.
Tanto Boris Johnson como Léo Varadkar reconocieron este lunes en Dublín que no harán ningún progreso significativo respecto al Brexit, no solo porque las negociaciones no son entre Londres y Dublín, sino más bien con la Comisión europea, en Bruselas. El primer ministro irlandés, tuvo un tono bastante intimidatorio al declarar el daño que el Brexit causará a la economía irlandesa, pero también afirmando cómo Londres no ha puesto sobre la mesa ningún detalle tangible para evitar la cuestión de la salvaguarda irlandesa, que según el Reino Unido debe ser eliminada del acuerdo de retirada.
Por su parte, el primer ministro británico fue bastante conciliador en muchos aspectos: habló de cómo hubiera preferido conseguir un acuerdo en lugar de irse sin acuerdo, de cómo el no deal sería visto como un "fracaso diplomático". Fue interesante el hecho de que tuviera un tono más dispuesto a llegar a un acuerdo que a aumentar la retórica sobre el "no acuerdo" que ha hecho en las últimas semanas.
Esto no quiere decir que los obstáculos que quedan no sean grandes; todavía existen lagunas en cuanto a dónde se sitúan Londres y Dublín en este proceso de Brexit, y el tiempo vuela. Está claro que se intentará llegar a un acuerdo en la cumbre de la UE que se celebrará en Bruselas el 17 y el 18 de octubre. Sigue siendo una negociación muy compleja, aunque hoy ha habido un sentimiento de optimismo. Una de las razones por las que la libra esterlina ha subido frente al dólar y al euro, es la sensación de que todavía se puede llegar a un acuerdo. No obstante hay que seguir teniendo en cuenta que en Dublín, en Bruselas y en otras capitales euroepas, también se teme que el Brexit no se puede negociar y que el Reino Unido salga finalmente de la UE el 31 de octubre, ya que sigue siendo una posibilidad muy real.