La Fiscalía italiana ha puesto a las plataformas digitales de reparto de comida a domicilio en su punto de mira. La investigación ha sacado a la luz cómo algunos inmigrantes en situación irregular trabajan con la identidad de otros repartidores registrados.
Trabajo anónimo por una miseria totalmente al margen de la ley y el orden. El fenómeno de las plataformas de reparto de comida a domicilio ha hecho saltar todas las alarmas.
Los accidentes de tráfico de los repartidores, algunos mortales, han sacado a la luz cómo algunos inmigrantes en situación irregular trabajan con la identidad de otras personas, registradas en las plataformas. La Fiscalía italiana investiga.
"Se trata de un fenómeno cuya dimensión no podemos ignorar. Un fenómeno que crea alarma por su inseguridad y porque resulta evidente que no se cumple normativa preventiva alguna respecto a los accidentes de trabajo", ha explicado Tiziana Siciliano, la fiscal de Milán encargada del caso.
La explosión de este modelo de negocio es enorme en todo el mundo, especialmente en algunos países europeos.
Por ejemplo, se calcula que el número de repartidores registrados alcanzaría casi los 10.000 en Italia por detrás de España y de Francia que tiene 20.000 trabajadores registrados.
El salario medio en Europa se sitúa en los cinco euros por reparto, unos doce euros y medio brutos por hora.
La situación ha llevado, por ejemplo, al estado de California a aprobar una ley que considera a todos los trabajadores de estas plataformas como empleados. Además obliga a las empresas a establecer un salario mínimo y pagar las cotizaciones sociales. Las empresas, responsables de estas plataformas alegan, por su parte, que los repartidores son autónomos.