Rusia ya no bebe alcohol a la altura de su reputación

Rusia ya no bebe alcohol a la altura de su reputación. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de alcohol ha disminuido en este país un cuarenta y tres por ciento desde el año 2003. Concienciación ciudadana, políticas restrictivas... Sea cual sea el motivo, el doctor Yuri Sivolap no está sorprendido en absoluto:
"Es una tendencia global y Rusia no es una excepción. El consumo de alcohol ha disminuido. Lo he podido constatar en mis propias observaciones de algunos grupos sociales que sufren de alcoholismo más que otros. Es el caso de mis pacientes entre la policía. Ahora hay unidades enteras que no beben nada".
Tras la era Yeltsin, famoso por su afición al vodka, la llegada de Vladímir Putin al poder lo cambió todo. Practicó con el ejemplo y promovió el deporte y la vida saludable:
"Es un cambio positivo. Cada vez son más las personas que eligen bebidas con un bajo contenido en alcohol en lugar de bebidas espirituosas fuertes. La situación general está mejorando y los riesgos para la salud de la población están disminuyendo. Eso es lo que pasó en Rusia", explica Sivolap.
Más vino y menos vodka ha contribuido a subir en 11 años, hasta los 68, la esperanza de vida de los hombres con respecto a la que tenían a mediados de los años 90.