¿Por qué las calles de Ecuador se han transformado en una batalla campal?
Una manifestante ha fallecido el miércoles en las últimas protestas contra el Gobierno de Ecuador. No es la primera víctima que se cobra la escalada de tensión de la última semana en las calles que ha llevado al presidente Lenín Moreno a declarar estado de excepción.
PUBLICIDADUn manifestante ha fallecido el miércoles en las últimas protestas contra el Gobierno de Ecuador. No es la primera víctima que se cobra la escalada de tensión de la última semana en las calles del país sudamericano que ha llevado al presidente Lenín Moreno a declarar el estado de excepción y a trasladar temporalmente la sede del Gobierno de Quito a Guayaquil.
El martes manifestantes indígenas tomaron el edificio de la Asamblea Nacional al grito de "¡fuera Moreno fuera!", tras tirar abajo las verjas de seguridad que rodeaban la sede.
Algunos ven en este caos callejero el fin del Gobierno de Moreno, elegido como sucesor natural del izquierdista Rafael Correa pero que ha ido rompiendo con el legado correísta desde el primer día que asumió el cargo en 2017.
"En el país se ha creado una situación comparable con otros momentos del pasado, cuando similares tipos de movilizaciones provocaron el derrocamiento de tres gobiernos en 1997, 2000 y 2015, respectivamente", explica a Euronews el historiador ecuatoriano Juan Paz y Miño Cepeda, decano en la Facultad de Comunicación, Artes y Humanidades de la Universidad UTE. "El desenlace es imprevisible".
El FMI, chispa de las protestas
El origen del malestar social está en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) del pasado mes de marzo, que dio acceso al Ejecutivo de Ecuador a 4.200 millones de dólares durante tres años, pero que vino condicionado por un paquete de medidas.
Conforme a este compromiso, Moreno anunció reformas laborales y tributarias, así como la supresión de los subsidios que durante décadas habían permitido reducir el precio de la gasolina.
Este ha sido el verdadero detonante de las movilizaciones, al suponer un incremento en el precio de los carburantes de hasta un 130%, y al impactar particularmente en el servicio del transporte y en los sectores de la población más pobres.
En respuesta, los gremios del transporte convocaron una paralización en los servicios de pasajeros y de carga que afectó a todo el país.
La gasolina extra (95 octanos), la de mayor consumo, pasó de 1,85 a 2,40 dólares el galón (4 litros), mientras que el diésel, usado especialmente en autobuses, de 1,03 a 2,27 el galón.
El salario básico mensual en Ecuador es de 394 dólares (359 euros), pero se estima que con otros componentes adicionales llega a un promedio de 460 dólares (419 euros).
El analista económico Pablo Dávalos dijo a EFE que el actual descontento se explica también porque el presidente Moreno ha favorecido a grupos poderosos del país, a los que perdonó el pago de impuestos y atrasos pendientes para incentivar a la industria, por una cuantía que se calcula en unos 4.000 millones de dólares.
"Hay un modelo empresarial-neoliberal en construcción desde hace dos años y las últimas medidas económicas del gobierno, sujetas al acuerdo con el FMI, provocaron un estallido social inesperado", añade Juan Paz y Miño Cepeda.
Sin embargo, José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), dijo a EFE que estas medidas pondrán al país en la senda de la competitividad y permitirán alcanzar los estándares en múltiples aspectos como el empleo o el llamado "riesgo país", que existen ya en Colombia y Perú.
Estado de excepción y traslado de la capital
Las protestas han dejado en ocho días al menos cinco muertos y 600 detenidos.
Cientos de manifestantes irrumpieron el martes en la sede de la Asamblea Nacional ecuatoriana, aunque el Gobierno había decretado el toque de queda a partir de las ocho de la noche anterior alrededor de los edificios gubernamentales.
Después de haber decretado el estado de excepción, Moreno decidió trasladar la sede de la capital a la segunda ciudad del país, Guayaquil, aunque el miércoles anuncio su regreso como medida conciliadora.
El papel clave de los indígenas
Primero salieron a la calle los transportistas, que bloquearon carreteras y vías de acceso. A ellos se sumaron después sindicatos, estudiantes y otros sectores, pero lo que ha llevado la tensión a su cénit ha sido la llegada masiva de indígenas a la capital desde diferentes lugares del país.
"Porque los transportistas se retiraron una vez obtenida el alza de pasajes. Entonces el movimiento indígena surgió contundente e indetenible en su marcha sobre Quito", explica el historiador Paz y Miño Cepeda.
PUBLICIDAD"Ha sido el eje del despertar de la explosión ciudadana contra el gobierno y sus medidas. Históricamente, el movimiento indígena ha desafiado el poder central con enorme presencia y significación política", añade.
De hecho, según Defensoría del Pueblo de Ecuador el manifestante fallecido el miércoles era un dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) que participaba en las protestas en la capital ecuatoriana.
Según esta fuente, murió por un trauma cráneoencefálico durante las protestas, que fueron repelidas por las fuerzas del orden con gran cantidad de gases lacrimógenos.
Las batalla personal entre Moreno y Correa
"Vamos a luchar hasta que se vaya este hombre que no sirve para nada. No somos cuatro correístas, sino todo el Ecuador", aseguraba un manifestante el miércoles.
El presidente Lenín Moreno acusa a su antecesor, Rafael Correa, de estar detrás de un intento de golpe de Estado, con la ayuda del líder chavista Nicolás Maduro.
PUBLICIDAD"No se puede violentar el sistema democrático. No se puede violentar la Constitución. No se pueden dañar los bienes del pueblo ecuatoriano y, por supuesto, aún menos, lesionar la integridad física de las personas", aseguraba el presidente ecuatoriano.
"Son los corruptos que han sentido los pasos de la justicia cercándolos para que respondan. Ellos son los que están detrás de este intento de golpe de Estado y están usando e instrumentalizando a algunos sectores indígenas. El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización".
Correa, por su parte ha pedido la celebración de elecciones anticipadas para solucionar el problema.
"Nos llaman golpistas cuando llevamos dos años de la peor persecución política. Aquí no hay golpistas, los conflictos en democracia se resuelven en las urnas", dijo el exmandatario en un vídeo difundido por redes sociales.
Correa, que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017 y está requerido por la Justicia de su país por distintos casos de supuesta corrupción, aseguró que el adelanto de las elecciones está contemplado en las leyes de su país para casos de "conmoción social" y que, de celebrarse, "el resultado será más contundente que en las calles".
PUBLICIDADEl conflicto entre Moreno y Correa alcanza tintes personales, puesto que el segundo considera una traición el cambio de rumbo de su sucesor. Le califica de ser "el mayor farsante de nuestra época".
Para el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, Moreno debe acabar su mandato y reiteró su rechazo a "cualquier forma de interrupción de su Gobierno".
Paz y Miño Cepeda considera que Moreno cuenta con apoyos fuertes, tanto internos con las Fuerzas Armadas y los principales medios de comunicación, como externos con Estados Unidos y el FMI. "Probablemente si se dan medidas compensatorias, aceptadas por los movimientos sociales, quizás cesarían las paralizaciones".
