Por diferentes motivos, los opositores a Johnson -laboristas, liberaldemócratas, nacionalistas escoceses- y hasta sus socios del DUP, han expresado su negativa a apoyarlo el próximo sábado.
A diferencia del ambiente festivo que se vive en Bruselas, el líder laborista Jeremy Corbyn y otros dirigentes de la oposición británica no creen que haya nada que celebrar.
"Peor que el de Theresa May"
"Este es un día en el que el primer ministro parece haber hecho un acuerdo con la Unión Europea que no nos da una total libertad de movimientos entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte porque crea una frontera aduanera en el mar de Irlanda", ha dicho el líder laborista Jeremy Corbyn. "Y en segundo lugar, no hace nada por responder a todas las preocupaciones que transmitimos durante el mandato de Theresa May, reduciendo derechos y protección"
Para los liberaldemócratas, enemigos del Brexit, el acuerdo de Johnson es incluso peor que el de su predecesora.
"Boris Johnson empezó intentando forzar un nuevo acuerdo sobre el país", comentaba la líder del partido Jo Swinson. "Ahora intenta forzar un mal acuerdo sobre el país, y no podemos dejar que suceda. Por eso necesitamos asegurarnos de que el tema regrese a la población".
El acuerdo también ha recibido el rechazo de Escocia, donde los nacionalistas se apresuraron a anunciar que votarían en contra.
Aunque seguramente el no más importante es del de los unionistas del DUP, cuyos diez votos han sido claves para mantener al Gobierno conservador en minoría.
Johnson no ha logrado convencerlos de que el nuevo pacto no menoscabará el estatus de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido.