Cada vez más niños aprenden lenguas regionales que se están perdiendo en Francia
00.00 CLASE UPSOT en la Escuela Yves de Kerguelen, Briec - Francia
Los pequeños estudiantes de la Escuela Yves de Kerguelen en Briec, Francia, habrían sido castigados por hablar bretón, pero miles de niños como ellos están aprendiendo el idioma en escuelas públicas francesas.
Es la lengua que hablaban sus abuelos, ahora en peligro de extinción. Pero la directora dice que hoy más padres quieren que sus hijos la hablen. "El bretón es nuestras raíces y se está volviendo importante en sus vidas. La mayoría de nuestros padres no hablan bretón, así que los niños hablan mejor que ellos", explica Anais Evano.
Durante años, los sucesivos gobiernos franceses estuvieron decididos a imponer el uso de la lengua francesa en todo el país, por la fuerza si fuera necesario.Quizás porque hasta hace un siglo, sólo la mitad de los ciudadanos franceses hablaban francés como lengua materna.
Ahora, las autoridades están más dispuestas a tolerar la diversidad regional y las lenguas locales. Unas 180 escuelas públicas de todo el país enseñan a más de 14.000 alumnos bretones, vascos, catalanes, occitanos y alsacianos.
Los adultos también están aprendiendo bretón cada vez más. Para algunos, se trata de conectarse con sus raíces. Para otros, de mejorar sus perspectivas de empleo, una señal de que la balanza se ha inclinado realmente a favor de las lenguas locales.
"Es importante hablar bretón porque no podría encontrar un trabajo como profesora de historia o geografía aquí en mi territorio fácilmente si no hablo bretón. Es un poco gracioso, pero es verdad", asegura una de estas estudiantes adultas.
Drian Bernier, de la Universidad de Quimper, cuenta que "ahora tenemos 200.000 personas que se supone que hablan bretón, pero la mayoría de ellas son muy viejas y tal vez dentro de 10 años sólo tengamos 100.000 personas. Nuestra lengua está muriendo."
Pero la esperanza es que estos niños den a una región orgullosa de su patrimonio algo sobre lo que cantar en el futuro.