África y Rusia, hacia una asociación de beneficio mutuo

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Por Bridget UGWE
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La primera cumbre de dos días entre Rusia y África, que se ha celebrado en Sochi, mejoró los lazos empresariales y comerciales, desde la agroindustria hasta la energía nuclear

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48 horas para redefinir las relaciones estratégicas entre el continente africano y Rusia. Este era el ambicioso objetivo de la Cumbre Rusia-África celebrada en Sochi los días 23 y 24 de octubre.

La primera jornada fue copresidida por el Presidente Vladimir Putin y su homólogo egipcio, el Presidente Abdel Fattah Al-sissi, actual Presidente de la Unión Africana.

Vladimir Putin reafirmó la necesidad de intensificar las relaciones comerciales entre Rusia y África, ante los más de 40 jefes de Estado africanos reunidos y miles de participantes.

"En los últimos 5 años, el comercio entre Rusia y los países africanos casi se ha duplicado hasta alcanzar más de 20.000 millones de dólares, señoras y señores, lo cual es demasiado pequeño. De estos 20.000 millones de dólares, 7.700 millones representan nuestro comercio con Egipto, que es casi el 40%, mientras que en África hay muchos socios muy prometedores con un gran potencial de crecimiento. Así que, por supuesto, eso no es suficiente", dijo Putin.

¿Qué pasó con la influencia soviética en el continente?

Moscú forjó un nicho prominente, al apoyar las luchas por la descolonización. Especialmente en Mali, un país que ha sido amigo durante casi 60 años, como recuerda su presidente.

"Ya en 1961 Rusia nos había propuesto cooperar con nosotros, y también le debemos a este país nuestras primeras unidades industriales, las que hicieron posible la creación de empresas estatales en Malí, lo que marcó el sello de la cooperación económica entre nuestros países. Y creo que hay un nuevo acuerdo, una nueva era, en la que todo se está replanteando... Es, por tanto, un nuevo signo de cooperación que se reanuda con Rusia en todos los ámbitos y, a partir de ahora, cada tres años, tendremos una Cumbre, a veces en África y a veces aquí en Rusia", explica el presidente de Mali, Ibrahim Boubacar KeÏta.

Compartimos tecnología, que estamos dispuestos a compartir cultura, que estamos dispuestos a aceptar la cultura de nuestros socios y a crecer juntos
PAVEL SOROKIN
VICEMINISTRO DE ENERGÍA DE LA FEDERACIÓN RUSA

Más allá de las fuerzas armadas tradicionales, Malí, al igual que otros países africanos, depende de la experiencia rusa para desarrollar otros sectores.

Para la ministra maliense encargada de la promoción de las inversiones privadas, Sofia Boly, "Malí es un centro logístico. Tenemos 7 fronteras con 7 países diferentes, por lo que al ser un país sin salida al mar, una buena infraestructura nos permite no sólo conectar varios países de la subregión sino también aumentar las oportunidades de exportación para nuestras empresas. Tenemos muy buenas reservas mineras, produjimos 66 toneladas de oro el año pasado y sabemos que las posibilidades son mucho mayores. El tercer sector es la agroindustria, donde también tenemos un potencial muy importante para el que queremos atraer a muchos más inversores rusos."

Si Rusia realiza inversiones significativas en África, no sólo se está posicionando como salvador, sino como un socio de negocios con beneficio mutuo. El viceministro ruso de Energía subraya que Moscú también necesita a África.

"Es básicamente cooperación, cooperación justa entre dos partes. Nos da a los dos la oportunidad de encontrar nuevas tecnologías, de compartir esto. Creo firmemente que nuestras empresas, nuestro historial, demuestran que compartimos tecnología, que estamos dispuestos a compartir cultura, que estamos dispuestos a aceptar la cultura de nuestros socios y a crecer juntos. Porque ambos estamos en el camino del crecimiento y eso significa que tenemos que cooperar para el beneficio de las dos partes", defiende Pavel Sorokin.

En su discurso de clausura, Vladimir Putin destacó su compromiso con el fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad en el continente. También confirmó la necesidad de establecer un acuerdo de asociación en el que todos salgan ganando en ámbitos como la salud pública y el transporte.

A partir de esta Cumbre, Rusia se posiciona claramente como socio estratégico en un continente en el que, hasta ahora, China u Occidente han estado varios pasos por delante. Y para lograrlo, el país espera contar con su experiencia militar, pero también poner en perspectiva el diálogo y la reciprocidad.

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