Dimisión, duelo y más protestas en Irak. Aceptada la renuncia del primer ministro tras el estallido social que ha provocado 420 muertos y 20.000 heridos.
La renuncia del primer ministro, Adel Abdelmahdi, aceptada por el Parlamento iraquí no ha calmado el estallido social que ha provocado hasta la fecha 420 muertos 20.000 heridos en todo el país.
"Es una primera etapa" han repetido una y otra vez los manifestantes en las calles y plazas tanto de las grandes ciudades del sur como de la capital, Bagdad.
La situación del país tiene su origen en el sistema político instaurado por Estados Unidos tras la caída de Sadam Huseín. Un sistema que ha promovido la corrupción entre la clase dirigente y el empobrecimiento de amplios sectores de la población. Los jóvenes faltos de oportunidades han liderado las movilizaciones.
La incógnita es saber quién será designado como nuevo primer ministro.
La coalición Sairún, principal fuerza parlamentaria, que cuenta con el respaldo del clérigo chií Muqtada al Sadr no presentará candidato alguno. Sus líderes quieren poner fin a la cuota sectaria y partidista y delegan el derecho a los manifestantes. "Será el candidato del pueblo" han dicho.