En el país de las caipiriñas también se produce vino blanco, pero el gran Acuerdo de Asociación Estratégica comercial entre la Unión Europea y Mercosur, según los productores, ayudará a los vinos europeos a entrar con fuerza en América del Sur.
La guerra de los vinos blancos espumosos, uno de los clásicos navideños, se traslada a Brasil. En el país de las caipiriñas también se produce vino blanco, pero el gran Acuerdo de Asociación Estratégica comercial entre la Unión Europea y Mercosur, según los productores, ayudará a los vinos europeos a entrar con fuerza en América del Sur. Un mercado en el que los vinos brasileños son un producto joven.
"La viticultura del vino fino brasileño es muy joven. Aunque los primeros vinos espumosos se produjeron hace cien años, los espumosos de calidad no se han empezado a desarrollar hasta los años 70", apunta el enólogo, Carlos Abarzua.
Además, tienen que hacer frente a los elevados costes de producción, los altos impuestos y la limitada capacidad de producción. Por eso, los productores ya buscan su nicho apostando por el enoturismo o por el gran mercado de proximidad del que disponen.
