A pesar de las protestas ciudadanas, se mantienen los fuegos artificiales de Año Nuevo de la bahía de Sídney.
Las llamas continúan devorando Australia a causa de las altas temperaturas que vive el país. Los incendios forestales se han cobrado la vida de un bombero en Nueva Gales del Sur lo que eleva a 10 las víctimas mortales a causa del fuego. La situación de emergencia ha hecho que las autoridades piden a los residentes máxima precaucación.
"Nuestra recomendación ahora es apartarse de las carreteras. Es muy peligroso conducir, no solo por el humo sino también por la naturaleza impredecible y por la rapidez de los incendios en East Gippsland, al este de Victoria. Éste es un toque de atención a todos los victorianos, esto aún no ha acabado", anunciaba Lisa Neville, Ministra de Policía del Estado de Victoria.
Este lunes se ha ordenado la evacuación de miles de personas en East Gippsland, un área natural al este del estado de Victoria donde ya han ardido unas 10.000 hectáreas. Las autoridades lamentan las pérdidas en la economía local.
"Las empresas locales han dejado salir a sus empleados para ir a combatir el fuego. Muchos de estos comercios s son quienes han dado de comer a los voluntarios y les han mostrado su apoyo, pero ellos también se han llevado un duro golpe. Está siendo una temporada muy dura para los negocios de la zona", expresaba Mark Greenhill, alcalde de Blue Mountains, en el Estado de Nueva Gales del Sur.
En Nueva Gales del Sur, las llamas han convertido en ceniza una extensión del tamaño de Bélgica, por lo que se han tenido que cancelar todos los fuegos artificiales de Año Nuevo. Los icónicos de la Bahía de Sidney, sin embargo, y a pesar de las protestas a favor de que se anulen, siguen adelante.
