Las huelgas pasan factura a la economía francesa. El conflicto creado por la reforma de las pensiones ha condicionado las tradicionales compras navideñas en un período clave para el balance económico de fin de año
Las huelgas pasan factura a la economía francesa. El conflicto creado por la reforma de las pensiones ha condicionado las tradicionales compras navideñas en un período clave para el balance económico de fin de año. Tras casi cuatro semanas de manifestaciones, bloqueos, perturbaciones e importantes paros en trenes y metros en París, la situación comienza a ser crítica. Para la empresa estatal francesa de ferrocarril, un día de huelga equivale a 20 millones de euros de pérdidas. La ausencia de trenes afecta más al usuario diario que a los turistas.
"Estoy sorprendida. Es algo que se repite desde hace casi un mes. Normalmente no dura tanto tiempo. Dura un par de días como máximo. Creo que es especialmente molesto para quienes viven aquí", señala la turista holandesa, Corina Kramer.
Los hoteles y los restaurantes parisinos se ven afectados por el conflicto, de manera especial, en esta temporada de festividades navideñas. El descenso de asistencia en los establecimientos parisinos se estima entre el 10 % y el 30 %. Pero no es la clientela extranjera la que más se echa en falta sino la clientela provincial, que se encuentra con numerosas dificultades para acceder a la capital francesa.
Según la Cámara de Comercio e Industria de París, las primeras semanas de movilización provocaron un descenso de la actividad en las tiendas de la ciudad, de entre el 30 % y el 50 %. Un año después de que surgieran los denominados 'chalecos amarillos', el golpe es muy duro y el Gobierno francés ha prometido un aplazamiento de las cargas fiscales. Probablemente habrá que esperar hasta el próximo mes de febrero para conocer el impacto económico exacto de las huelgas.