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Muestras de racismo verbal o gestual se observan con preocupación en las calles de la capital francesa. Muchos ciudadanos de origen asiático son víctimas del miedo que han producido las noticias del coronavirus.
"Cuando estoy en un lugar público, como en un autobús, veo que la gente retrocede o ponen malas caras cuando se dan cuenta de mi presencia. No lo condeno, entiendo por qué lo hacen. Pero el hecho que seamos asiáticos no significa que venimos del mismo país. No estamos contaminados", dice una joven a Euronews.
"Trabajo en una farmacia, y tenemos muchos pacientes que vienen. Una vez una señora vino al mostrador, me miró, estornudé y luego me dijo: Volveré más tarde", relató su amigo, también de origen asiático.
En los barrios parisinos donde predomina la presencia asiática, El malestar es palpable. En algunos casos, ha llegado a ser perjudicial para los negocios.
En este restaurante vietnamita la hora del almuerzo está inusualmente tranquila. El gerente dice que algunos clientes han llagado a preguntar si tiene empleados chinos.
En las redes sociales, los testimonios de estos episodios racistas han llegado uno tras otro bajo el hashtag #JeNeSuisPasUnVirus (Yo no soy un virus, en español):
Las organizaciones que luchan contra la discriminación dicen que esto es muy común. Soc Lam de la Asociación de Jóvenes Chinos de Francia dice que "los actos racistas de las últimas semanas siempre han estado latentes. El coronavirus es sólo un pretexto para reafirmar prejuicios que vienen de otro tiempo".
Hasta el momento Francia ha registrado 6 personas infectadas por el Coronavirus, patógeno proveniente de la ciudad china de Wuhan.