El Santo Padre hizo estas declaraciones durante el encuentro "Mediterráneo, frontera de la paz" que se ha celebrado en Bari con 58 obispos de los países de la cuenca del Mediterráneo
PUBLICIDADEl papa siente miedo cuando escucha los discursos de algunos líderes populistas que según añadio le recuerdan los mensajes de odio de los años 30 del siglo pasado.
Presencia de 58 obispos de la cuenca del mediterráneo
El Santo Padre hizo estas declaraciones este domingo en Bari, en la región italiana de Apulia, donde participó en el encuentro "Mediterraneo, frontera de la paz" en el que participaron 58 obispos de toda la cuenca del mediterráneo, entre ellos el representante del Patriarcado Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa.
Y justamente, en relación a la situación en Tierra Santa, el papa destacó "el conflicto aún sin resolver, entre israelíes y palestinos, con el peligro de soluciones no equitativas y, por lo tanto, amenazantes de nuevas crisis".
En cuanto a los otros conflictos que azotan la zona, tanto en Oriente Medio como en varios Estados del norte de África, y también entre diferentes grupos étnicos o grupos religiosos y confesionales, Francisco denunció "es una grave hipocresia cuando en las conferencias internacionales, en las reuniones, muchos países hablan de paz y luego venden armas a los países en guerra. Eso se llama una gran hipocresia."
El drama migratorio
Tampoco olvidó el drama migratorio recordando que entre quienes "más sufren en el área del Mediterráneo, están los que huyen de la guerra o dejan su tierra en busca de una vida humana digna". Aunque el papa reconoció que "la hospitalidad y la integración digna son etapas de un proceso difícil" añadió que es impensable enfrentar este problema "levantando muros".
Después de reunirse con los obispos, el papa Francisco celebró una misa al aire libre, ante cerca 50.000 personas, en la avenida Vittorio Emanuele de Bari.