Un atropello masivo tras una masacre racista: Alemania no sale de la conmoción

¿Por qué lo hizo? Todo son cábalas en Alemania sobre los motivos del atropello masivo que sufrieron el lunes decenas de personas que participaban en un desfile de carnaval en Volkmarsen, una pequeña localidad del centro del país. Cincuenta y dos personas resultaron heridas de diversa consideración, algunas de gravedad. Un tercio de los heridos, entre los hay 18 niños, han salido del hospital.
El conductor del vehículo, de 29 años, fue detenido en el lugar de los hechos y llevado a un centro médico, pues también sufrió graves heridas. Según se ha sabido es vecino de Volkmarsen y tenía antecedentes. Los testigos creen que actuó de forma intencionada:
"Condujo a toda velocidad hacia la multitud. Mi sensación fue que incluso aceleró. La gente saltaba por los aires. Hubo unos pocos segundos de silencio, y luego todos gritaron", explicaba un vecino.
"Una compañera de clase sufrió un topetazo. Tiene heridas en el pie y una conmoción cerebral", lamentaba una adolescente.
La fiscalía ha abierto una investigación por asesinato. Podría tratarse del segundo incidente criminal masivo en una semana en el estado de Hesse:
"Cinco días después de Hanau, todo el mundo se pregunta de nuevo cómo nos ha podido ocurrir esto. Pero apelo a todos a que mantengan la calma", afirmaba el primer ministro de Hesse, Volker Bouffier.
Hanau está a poco más de 200 km de distancia. Allí murieron hace unos días nueve personas en un ataque de corte racista con dos bares frecuentados por inmigrantes de religión musulmana.