Más de 220.000 viviendas fueron destruidas, además de escuelas, hospitales y calles
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Diez años después, Chile se recupera del potente terremoto de 8,8 de magnitud y el tsunami que azotaron al centro y sur del país.
Más de 220.000 viviendas fueron destruidas, además de escuelas, hospitales y calles.
Estas ciudades han sido un ejemplo de recostrucción y prevención de catástrofes, aunque en las zonas costeras arrasadas todavía les cuesta adaptarse a vivir lejos del mar. "Ahora bueno estamos más seguros en una linda casa pero echamos de menos nuestra caleta", dice una vecina.
"Así como Dichato fue el icono de la devastación, somos un ícono de la reconstrucción y yo creo que es un ejemplo para todo el mundo ver con esa fuerza que tenemos y el ímpetu Dichato se levantó", cuenta la dueña de un restaurante.
En este poblado de pescadores, 200 familias viven desde hace cinco años en una población levantada en la cima de una colina.
Un pescador explica que "si hay un sismo más o menos, lo aguanta pero si viene un tsunami no. Puede haber un terremoto de 8 grados, pero si viene un tsunami no, yo me di cuenta ese día que el agua es tan poderosa, es más fuerte que el mismo movimiento".
A orillas del mar, se decidió reconstruir una veintena de restaurantes -principal sustento económico de esta caleta- y unas pocas casas "antitsunamis", construidas sobre pilotes para que el agua transite sin dañar la estructura.
La vecina localidad de Dichato quedó arrasada, pero se ha reconstruido al 100% gracias a la asociación con las comunidades locales.
La ingeniería sísmica chilena también se ha consolidado con estrictas normas de construcción y mecanismos de disipación y amortiguación sísmica que exporta a varios países.