A las plegarias del papa Francisco por los ancianos, especialmente afectados por el COVID-19, se unen de forma espontánea multitud de iniciativas al servicio de los más vulnerables
A las plegarias del papa Francisco, que reza por los ancianos, especialmente afectados por el COVID-19, se unen de forma espontánea multitud de iniciativas.
Así, en muchas localidades, los más jóvenes se ofrecen a asistir a quienes tienen problemas de movilidad o están impedidos, para ayudarles con sus compras, trámites y demás tareas que, dada la situación, ellos no pueden realizar. Grupos de voluntarios tratan de mitigar los efectos del confinamiento a los más vulnerables.
"La gente nos llama. Tenemos tres compañeros que se encargan de gestionar las llamadas entrantes y completan una serie de listas. Les piden algunos detalles para que sepamos que la persona que nos contacta, realmente necesita ayuda. Nos envían una lista en un grupo de Facebook que hemos creado. Después, alguno de nosotros se presta para encargarse de la solicitud y, acto seguido, procedemos a atenderla", declara el voluntario rumano Costică Pulbere.
En España, miles de personas han vuelto a salir a los balcones de sus viviendas para rendir homenaje a los profesionales sanitarios y agradecerles con aplausos el inestimable trabajo que llevan a cabo en estos días tan complicados. En Italia, algunos han decidido ponerle una nota musical, a viva voz, a la trágica situación; tratan de alegrar a sus vecinos con canciones populares. Otros, también se decantan por la música pero, en su caso, instrumental.