Hay que seguir la recomendación de los expertos. Hace pocos días, en Ginebra, la OMS señalaba que no se puede vencer al virus si no se sabe sabemos quién se ha contagiado. Y abogaba por hacer pruebas a la gente para detectar los contagios.
Hay que seguir la recomendación de los expertos. Hace pocos días, en Ginebra, la OMS señalaba que no se puede vencer al virus si no se sabe sabemos quién se ha contagiado. Y abogaba por hacer pruebas a la gente para detectar los contagios. Una medida que, de momento, no se aplica en Francia. En el llamado 'hexágono' se hacen pruebas, únicamente, a los casos más graves. Es decir, a las personas más frágiles, a los hospitalizados y a los profesionales médicos. El resto, como es el caso de Gwenaëlle, no entra aún en los planes del Gobierno.
"El interés de someterme a una prueba es tratar de saber en qué punto me encuentro, nueve días después de que me dijeran que había contraído el coronavirus. Trabajo para estructuras médicas y me permitiría saber si podré ayudar, al final de mi cuarentena. Supondría un gran alivio para mí y también con respecto a mi familia", declara la terapeuta ocupacional y madre de tres hijos, Gwenaëlle.
Pero, ¿es la estrategia francesa tan diferente de la de sus 'vecinos'? Las cifras oficiales señalan que, últimamente, ha aumentado el número de pruebas en Francia; hasta el pasado quince de marzo se habían relizado casi 40 000 pruebas. En Alemania se hicieron en torno a 100 000 en apenas una semana. E incluso se hicieron pruebas a conductores en sus automóviles, sin necesidad de que salieran de los vehículos. Hasta el 20 de marzo, en Italia, según las cifras oficiales, ya se habían hecho más 124.000 pruebas. En comparación con estos países, los índices de Francia son, claramente, más bajos. Un hecho que también se ha producido en España, donde las autoridades también han optado por centrarse en los casos más graves. Sin embargo, franceses y españoles parecen apostar ahora por un cambio de estrategia. Así, en España, el Gobierno ha comprado material sanitario y ha ordenado realizar pruebas rápidas para mejorar la detección de contagios.