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Ausencia ‘preocupante’ del presidente nicaragüense en plena crisis del coronavirus

Última aparición pública de Daniel Ortega
Última aparición pública de Daniel Ortega Derechos de autor INTI OCON/AFP
Derechos de autor INTI OCON/AFP
Por Francisco Fuentes con EFE
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El Gobierno nicaragüense hace caso omiso a las recomendaciones para frenar el coronavirus de la Organización Mundial de la Salud (OMS) promoviendo actos multitudinarios. Mientras, el presidente Daniel Ortega, sigue sin aparecer en público generando todo tipo de especulaciones.

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Ausencia ‘preocupante’ del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en plena crisis del coronavirus.

El líder sandinista lleva 44 días sin aparecer en un acto público, desde el 21 de febrero cuando confirmó en el cargo para un tercer mandato de cinco años, al jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Julio César Avilés. La última vez que se supo algo de él fue el 12 de marzo, ese día participó en una videoconferencia con los jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), para coordinar la respuesta a la crisis del coronavirus.

Desde entonces, el silencio. Ni tan siquiera participó el pasado viernes en los funerales del diputado sandinista, Jacinto Suárez, amigo de la infancia de Daniel Ortega, con quien compartió cárcel en época de la dictadura somocista.

Una ausencia que en opinión del secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva, “es preocupante porque sumado a la situación política produce un Estado fallido, acéfalo. Es una situación que agrava la permanente violación de los derechos humanos que acontece en Nicaragua y deja a la población en alto riesgo y vulnerabilidad ante la pandemia”. Leiva, quien está exiliado en Costa Rica, emplazaba este lunes a Ortega a comparecer ante la nación nicaragüense en un plazo de 72 horas para “constatar que está al frente de la gestión pública del Estado”.

Oficialmente, el presidente nicaragüense está cumpliendo una cuarenta estricta junto a su familia. Sólo su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, interviene por teléfono en algunos medios vinculados al régimen. Murillo ha dicho que su Gobierno vive con la esperanza puesta en la resurrección y en Jesús resucitado.

El caso es que la desinformación y las especulaciones son múltiples, dentro y fuera del país. Terreno abonado para que circulen rumores sobre su posible fallecimiento o su eventual traslado a Cuba para seguir tratamiento médico. No obstante este tipo de “ausencias” son habituales.

Sin medidas contra la pandemia

El Gobierno nicaragüense no ha adoptado hasta la fecha medida alguna para frenar la propagación del coronavirus. Según la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, el régimen ha prohibido una iniciativa para la instalación de seis centros de prevención del coronavirus, y un centro de información, orientación y atención a la población del norte del país, promovida por el obispo, Rolando Álvarez, junto a un grupo de médicos.

“Hacemos pública a la sociedad nicaragüense y la comunidad internacional, la irresponsable actitud del régimen, que lejos de promover las recomendaciones de los organismos internacionales, más bien se ha encargado de hacer lo contrario”, ha denunciado la Alianza Cívica.

La situación ha llevado al no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) a llamar a una “desobediencia civil ante la prohibición del Ministerio de Salud para habilitar los centros de prevención”, para defender “el derecho a la salud y a la vida”.

Autoprotección frente a eventos multitudinarios

En ausencia de medidas gubernamentales muchos nicaragüenses han adoptado medidas de prevención y solidaridad por su cuenta, haciendo caso omiso a las autoridades.

Medidas que incluyen el distanciamiento social frente a los actos multitudinarios en los que participan activamente los militantes sandinistas. Estas personas son enviadas posteriormente a realizar visitas casa por casa para “educar” sobre la pandemia.

Y no sólo eso, coincidiendo con el inicio de las vacaciones de Semana Santa, el Gobierno a través del Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) ha lanzado el “Plan Verano” con un maratón denominado “De amor de bienvenida al verano 2020”, que contó con la participación de cientos de ciudadanos, muchos niños y personas con discapacidad.

Se han previsto más de 80 actividades durante las vacaciones, con celebraciones artísticas, deportivas, gastronómicas, religiosas y tradicionales.

La paradisiaca isla de Ometepe, en el Gran Lago, ha sido otro de los escenarios elegidos por una alcaldía sandinista para celebrar el verano.

Los funcionarios del Gobierno que tratan de minimizar la pandemia, han criticado a los opositores que secundan la campaña #QuédateEnCasa. Uno de los hijos del presidente, Juan Carlos Ortega Murillo, publicó dos fotos en su red social disfrutando de la playa en familia.

Hasta la fecha Nicaragua ha notificado oficialmente seis casos de coronavirus confirmados, todos importados, con una víctima mortal. Además ha registrado 22 sospechosos de contagio de los cuáles 10 están en observación y 12 en su domicilio.

Nicaragua vive una crisis sociopolítica desde abril de 2018 que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamerciana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunas oenegés locales elevan esta cifra a más de 600.

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