El italiano Mauro Ferrari deplora demasiados bloqueos institucionales y políticos en la gestión de la crisis del coronavirus.
El jefe de la organización científica más importante de la Unión Europea ha dimitido, frustrado por la pobre respuesta de la UE en pleno pico de la crisis del coronavirus.
Mauro Ferrari se convirtió en presidente del Consejo Europeo de Investigación el 1 de enero, pero el portavoz de la Comisión de la UE, Johannes Bahrke, ha anunciado que "el profesor Ferrari renunció", con efecto inmediato.
La repentina dimisión de Ferrari y sus críticas punzantes no hicieron sino aumentar la presión sobre las instituciones de la UE, a las que se ha acusado de no colaborar en la lucha contra la pandemia mundial.
La noticia fue descubierta el Financial Times en base a una declaración publicada en las páginas del periódico por Ferrari, diciendo que estaba "extremadamente decepcionado por la respuesta europea" a la pandemia. Se quejó de haber tropezado con obstáculos institucionales y políticos al tratar de establecer rápidamente un programa científico para combatir el virus.
"Ya he visto suficiente de la gestión de la ciencia y de las operaciones políticas de la Unión Europea", escribió. "He perdido la fe en el propio sistema."
Bruselas se defiende
La Comisión Europea defendió el miércoles su gestión de la lucha contra la crisis y dijo que ya se habían escogido 18 proyectos de investigación y desarrollo a corto plazo para luchar contra la pandemia de coronavirus.
Dijo que otros 50 proyectos del Consejo Europeo de Investigación estaban contribuyendo al esfuerzo de toda la UE.
"La Unión Europea tiene el paquete de medidas más completo para combatir el coronavirus y está desplegando diferentes instrumentos con el fin de tener el mayor impacto para resolver la crisis", dijo la Comisión Ejecutiva de la UE.
A medida que el coronavirus se propagó desde China a Italia, Austria, España y otras naciones de la UE, el bloque fue criticado por no actuar con la suficiente fuerza para establecer una respuesta coordinada, a pesar de que la salud sigue siendo competencia principalmente de los 27 países miembros del bloque.
El mes pasado los gobiernos de la UE han tratado de trabajar más estrechamente y se han comprometido a mejorar la coordinación para tratar de aliviar el sufrimiento humano y económico de la pandemia mundial que ha trastornado la vida cotidiana la mitad de la humanidad y ha asestado un duro golpe a las economías de todo el mundo.
Pero sigue siendo una lucha complicada. En el frente económico y financiero, los ministros de los 19 miembros de la Eurozona no lograron el miércoles obtener avances sobre cómo y hasta qué punto impulsar la solidaridad entre los estados miembros más ricos y más pobres y entre los más afectados por la pandemia como España o Italia y el resto.