Miles de ancianos mueren en las residencias de mayores afectados por el coronavirus. Un drama tanto en Estados Unidos como en varios países europeos. Las autoridades investigan la alta mortalidad registrada en algunos centros.
Tanto en Estados Unidos como en Europa el coronavirus ha acabado prematuramente con la vida de miles de personas mayores.
En Nueva York, diecinueve de las residencias de ancianos del Estado habían registrado, cada una, al menos 20 muertos por coronavirus. Muchas no disponían ni de material de protección ni de personal médico suficiente.
Hasta el pasado jueves, un total de 2.477 ancianos ingresados en residencias de mayores de Nueva York habían fallecido por coronavirus, según un recuento estatal. Además había cuerpos apilados en almacenes sin que se facilitara información alguna a sus seres queridos.
Sus familiares exigen respuestas.
"Bien, yo quería averiguar que estaba escrito en su certificado de defunción, si se le realizó el test, y si supieron si últimamente tenía o no el Covid-19", comenta Steven Vince, sobrino de un anciano muerto en el Cobble Hill Health Center.
Los vecinos de Brooklyn, Queens, State Island, o el Bronx han visto atónitos el trajín de las ambulancias en estas últimas semanas. "Sí, ambulancias, sí, las oímos constantemente, no como antes. Ahora las oímos mucho más", explica Marisol Rivera que vive en el Bronx.
En Europa, el abandono de los mayores en algunos centros ha sido dramático.
Según los datos oficiales disponibles, se calcula que en Italia, España, Francia, Irlanda y Bélgica, entre el 42% y el 52% de los ancianos afectados por el coronavirus han fallecido en las residencias, como recoge un informe de la London School of Economics (LSE) publicado esta semana por la prensa británica.