Cerraron las persianas de la noche a la mañana, sin tiempo para despedirse de los clientes. Unos clientes que han vuelto a franquear las puertas de las tiendas de la Europa desconfinada, temerosos ante un virus con el que saben que tendrán que convivir algún tiempo.
Cerraron las persianas de la noche a la mañana, sin tiempo para despedirse de los clientes.
Unos clientes que han vuelto a franquear las puertas de las tiendas de la Europa desconfinada, temerosos ante un virus con el que saben que tendrán que convivir algún tiempo.
En Bélgica, las medidas son estrictas. Sólo un cliente por cada diez metros cuadrados de espacio.
"Estoy intentando hacer la fila como todo el mundo pero como está lleno no puedes andar mirando porque hay que respetar un metro y medio de distancia", comenta Marie-Claire Ciza, que espera su turno en las puertas de una tienda de ropa.
"Podemos decir que es el comienzo, una no compra con el mismo espíritu tranquilo que antes. Tenemos siempre esa prevención de desinfectarnos las manos, de estar atentos a todo lo que tocamos, eso es", explica Magda Montero, en una calle comercial de la capital belga.
En Suiza, tras dos meses de medidas de confinamiento, ha sido el turno de la reapertura de los gimnasios, aunque la distancia social ha obligado a bloquear algunos aparatos. Siempre que sea posible, las sesiones de entrenamiento serán individuales.
En Alemania, el levantamiento de las restricciones ha llegado a los museos que como este en Berlín que llevaban varias semanas cerrados. La reapertura de la economía del país continúa pese al ligero aumento de contagios registrado. Usar mascarillas y evitar el contacto personal son la mejor prevención.
En la República Checa, han abierto los grandes centros comerciales aunque los restaurantes situados en su interior siguen cerrados.
En España, la mitad del país ha avanzado a la fase 1 de la desescalada, aunque algunas grandes ciudades como Madrid o Barcelona, tendrán que esperar. Se puede volver, por ejemplo, a tomar algo en las terrazas de los bares y restaurantes.
Mientras, en Croacia han entrado en la fase 3 con la reapertura de los aeropuertos para vuelos comerciales además de los cafés, bares y restaurantes. También las guarderías y colegios, aunque la mayoría de los alumnos seguirán las clases a distancia.