El proyecto europeo Newcotiana investiga si la planta de tabaco puede ofrecer la vacuna del Covid-19

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Por Claudio Rosminoadaptado por Blanca Castro
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¿Podrían las plantas de tabaco ayudar a combatir el coronavirus? La Nicotiana Benthamiana, podría dar una importante contribución a la medicina.

¿Podrían las plantas de tabaco ayudar a combatir el coronavirus? Un tipo especial de esta planta, la Nicotiana Benthamiana, podría dar una importante contribución a la medicina.

El proyecto europeo Newcotiana, reúne un equipo internacional de científicos coordinado por el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia. En total, 19 socios de siete países europeos y la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia contribuyen en esta investigación.

Mediante la aplicación de tecnologías de cultivo de alta calidad, los científicos han podido transformar las plantas de tabaco y en particular a la Nicotiana Benthamiana, en una biofactoría y producir moléculas a medida para productos relacionados con la salud. Este campo se conoce como “cultivo molecular”.

"Muchas medicinas que usamos hoy en día se extraen de las plantas, pero ahora gracias a la biotecnología podemos imponer a las plantas la fabricación de otras sustancias, diferentes de las que se producen naturalmente. Lo hacemos introduciendo material genético en su genoma, que contiene la información para producir medicinas como anticuerpos, vacunas y otros productos", explica Diego Orzáez, biotecnólogo del Instituto de Biología Molecular Vegetal del CSIC-UPV de España.

La benthamiana es una antigua planta de tabaco autóctona de Australia, muy utilizada para la producción de vacunas y anticuerpos, incluidos los del ébola. Los investigadores modifican sus genes inyectando la información del ADN en sus hojas y mejoran su capacidad para producir una gran cantidad de productos farmacéuticos específicos. Gracias a esta técnica, la planta podría utilizarse como plataforma para la futura producción de vacunas Covid-19 a través de sus células y su savia, para producir, por ejemplo, partículas parecidas a un virus en particular.

Este enfoque presenta varias ventajas, como la reducción del costo y el tiempo de una producción a granel, pero también en términos de riesgos limitados para los investigadores, como dice George Lomonossoff, virólogo del Centro John Innes.

"Las plantas son muy útiles para los investigadores ya que son otro medio de expresar las proteínas virales o los ácidos nucleicos sin tener que trabajar realmente con el virus causante en sí. Y podemos usar técnicas de biología sintética para hacer cosas como partículas parecidas a un virus sin manipular el virus infeccioso", dice Lomonossoff

Una Nicotiana Benthamiana modificada es capaz de generar proteínas similares a las desarrolladas en una célula humana. Esto es clave para los investigadores, ya que las proteínas actúan como una puerta de entrada a una célula humana. Según el profesor Giuliano, Director de Investigación de la Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Sostenible (ENEA), un número creciente de empresas está adoptando esta técnica.

"Hay alrededor de cien grupos en el mundo que están tratando de desarrollar vacunas para el SARS COVID-2. También hay algunos grupos y empresas privadas que lo hacen usando NB, esta planta cuyo genoma hemos secuenciado. Hacer disponible el genoma (...) presumiblemente ayudará a estas empresas a optimizar esta producción", detalla el biologista italiano Giovanni Giuliano.

Para contribuir a la resolución de la emergencia del coronavirus, los investigadores han decidido compartir el genoma de la planta con los laboratorios públicos y privados que desarrollan las vacunas Covid-19 y los reactivos de diagnóstico.

Periodista • Cristina Giner

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