Las emisiones contaminantes vuelven a niveles previos al coronavirus en la capital francesa

Vuelve el tráfico, vuelve la contaminación a las grandes ciudades europeas, como París.
Tras el desconfinamiento, la circunvalación de la capital francesa está repleta de coches como en sus mejores tiempos. La ecuación es bien sencilla. Se controla el coronavirus, se acelera la circulación, se dispara la contaminación casi hasta los niveles anteriores a la pandemia.
"Con el confinamiento, fue verdaderamente brutal el descenso del tráfico rodado y de las actividades de un día para otro, con una caída de las emisiones a una cuarta parte, durante los primeros días del confinamiento. Y tras el desconfinamiento, un aumento progresivo con la reanudación de algunas actividades, hasta volver a casi el 80% en términos de emisiones, de los contaminantes que emitimos a la atmósfera", ha explicado la ingeniera de agencia de control medioamiental Airparif, Charlotte Songeur.
Si no fuera por el mantenimiento de las medidas de teletrabajo por parte de algunas empresas, la contaminación estaría exactamente en los niveles previos al confinamiento.
Los automovilistas parisinos no han olvidado que tenían coche, aunque estaban confinados en los garajes.
La decepción es mayúscula para quienes esperaban un cambio de hábitos, aunque al menos los carriles bici disponibles han aumentado significativamente.