La prensa no tiene dudas, pero el Movimiento al Socialismo, MAS, el partido de Evo Morales, prefiere esperar al recuento final. Los sondeos a pie de urna auguran una victoria del candidato del MAS, Luis Arce, con alrededor del 53% por ciento de los apoyos, por lo que no sería necesario celebrar...
La prensa no tiene dudas, pero el Movimiento al Socialismo, MAS, el partido de Evo Morales, prefiere esperar al recuento final. Los sondeos a pie de urna auguran una victoria del candidato del MAS, Luis Arce, con alrededor del 53% por ciento de los apoyos, por lo que no sería necesario celebrar una segunda vuelta. Lejos quedarían Carlos Mesa, como el 31,5% y Luis Fernando Camacho con el 14,1%.
El recuento de votos es lento y tiene como telón de fondo un año de fuertes tensiones políticas marcado por la renuncia forzada de Evo Morales y la asunción del poder por un Gobierno interino. El MAS, explica Carlos Malamud, Catedrático de Historia de América del Real Instituto Elcano, ha sabido explotar la polarización:
"El MAS tiene, pese al desgaste que ha supuesto en el poder y la gestión de Evo Morales en las anteriores elecciones, un piso electoral muy muy sólido, en torno al 40%. Eso por un lado, y por el otro lado, porque la estrategia de polarización que utilizó el MAS por un lado y el Gobierno por el otro terminó favoreciendo al MAS".