COVID-19: ¿Hora de volver al teletrabajo obligatorio en España?

Archivo. La estación de Atocha de Madrid el pasado agosto.
Archivo. La estación de Atocha de Madrid el pasado agosto. Derechos de autor Andrea Comas/Copyright 2020 The Associated Press. All rights reserved
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Por Jaime Velázquez
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Miles de empleados que teletrabajaron durante la primera ola han vuelto a sus centros de trabajo desde junio pese al aumento de casos. La Administración Central no ha cambiado hasta la fecha sus planes de reincorporación presencial, desoyendo las recomendaciones del Estado de alarma.

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Inmersa en plena segunda ola de la pandemia de COVID19 y bajo el estado de alarma, España se ha visto obligada a introducir un toque de queda nocturno, cierres perimetrales y restricciones en locales comerciales, de ocio y de culto, mientras sobre las cabezas de los ciudadanos planea la amenaza de un nuevo confinamiento domiciliario.

Pero pese a los esfuerzos para reducir al máximo los contactos sociales y la movilidad, cientos de miles de españoles continúan saliendo de sus casas cada día para acudir a sus centros de trabajo. Mientras siguen aumentando las limitaciones de aforo y los cierres parciales en el comercio, las medidas de seguridad en el entorno laboral, donde los trabajadores pasan 8 horas diarias, permanecen inalterables desde el mes de junio, y siguen rigiéndose por los criterios de la 'nueva normalidad'.

Con el fin de detener el avance del virus, Francia ha impuesto un nuevo confinamiento hasta el 1 de ciembre, con el cierre de negocios no esenciales y la obligatoriedad de trabajo en remoto salvo para actividades esenciales; si bien los colegios y guarderías permanecerán abiertos.

Durante la declaración del estado de alarma en el mes de marzo, que logró doblegar la primera ola de coronavirus en España, “casi la mitad de las empresas españolas optaron por el teletrabajo, abarcando cerca del 50% de sus plantillas”, explica Eva Rimbau, profesora agregada de Recursos Humanos y Organización en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

En total, un 16,2% de los empleados en todo el país realizaron más de la mitad de su jornada laboral desde sus casas, apunta, por su parte, Santi García, fundador del Instituto Future For Work sobre tendencias del mercado laboral.

Sin embargo, y pese al avance de la pandemia, empresas y Administración han ido incorporando a sus empleados a sus puestos presenciales desde el mes de junio. Ya durante los meses de verano, el número de trabajadores que fichó desde sus domicilio cayó al 10,3%. “No hay datos fiables. Hay muchas empresas que no dan ordenes explícitas de ‘vuelta a la oficina', sino recomendaciones, o simplemente dejan entender -sin decir nada- que lo que está 'bien visto' es volver a la oficina. También veremos qué pasa ahora a partir de la declaración del nuevo estado de alarma y las medidas que ya están tomando algunas CCAA”, añade Santi García.

“La mayoría de empresas que implantaron el teletrabajo durante la pandemia no preveían mantenerlo en los próximos 6 meses, según datos del mes de julio. Solo un 32% de los establecimientos que adoptaron el teletrabajo durante la pandemia tenía intención de mantenerlo. Por tanto, casi un 70% de los establecimientos que comenzaron a utilizar el teletrabajo no planeaban seguir utilizándolo”, afirma la profesora Eva Rimbau.

Teletrabajo durante el estado de alarma

Pese a que el actual estado de alarma establece que el trabajo presencial se reduzca al estrictamente necesario en el nivel 3 de alerta -en este momento prácticamente toda España-, muchas empresas, y la propia Administración, han continuado incorporando a sus empleados al centro de trabajo.

El 26 de octubre, un día después de la declaración de esta norma excepcional, una fundación dependiente de la Administración General del Estado, envió un correo ordenando a sus trabajadores a aumentar a partir del 9 de noviembre, “por recomendación del ministerio” sus horas de oficina del 40% al 50%. Por norma general, los funcionarios están obligados a acudir al menos un día a la oficina, pero en la mayoría de los casos las jornadas presenciales se prolongan. “La pauta ha sido que si no estas en un grupo vulnerable tienes que hacer tres días de trabajo presencial, o sea un 60% de la jornada. Y no ha habido ninguna orden de parar la reincorporación”, asegura un funcionario del grupo A1 en el ministerio de Hacienda.

“Es más, hay bastante presión para que continuemos. Cuantas más horas mejor y cuantos más mejor. Estamos todo atentos, a ver si hay algún cambio, pero desde junio no ha cambiado nada... incorporación progresiva, protección a los vulnerables... Pero no ha habido nada nuevo, y sobre todo nada reciente”.

“Excluyendo a las fuerzas armadas y de seguridad del estado, de los 178.617 funcionarios que trabajan para la Administración General del Estado, solo 44.292 -un 24,7%- trabajan a distancia”, explicaron fuentes del sindicato FAC-USO. “No existe, o al menos no la conocemos, información respecto al personal que se ha ido incorporando al trabajo presencial ni sobre las órdenes que se están dando, puesto que en la mayoría de los casos son verbales”, añadieron.

“Respecto a la incorporación al trabajo presencial, consideramos que es cuanto menos inmoral; se está anteponiendo la obsesión por controlar el trabajo realizado por encima de la salvaguarda de la salud”.

Focos de transmisión

Según los últimos datos recogidos por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el centro de trabajo es responsable de entorno al 12,27% de los brotes en España, muy por detrás de las reuniones sociales y el entorno familiar, que acumulan el 30,65% de los 'clusters' notificados.

Sin embargo, se desconoce el origen de tres de cada diez infecciones en España. “Es muy complicado establecer si los contagios se han producido en el espacio de trabajo, en el transporte público, o en el entorno familiar. En general cuando se detecta un caso en la empresa, se debe hacer, y creemos que se hace, un seguimiento para comprobar si ha habido contacto estrecho” explica Pedro Linares, secretario de salud laboral de Comisiones Obreras (CCOO).

“Se han establecido protocolos actuación que desarrollan los servicios de prevención de las empresas, y obligaciones como distancias entre puestos de trabajo, acceso a hidroalcoholes, etc. Otra cuestión es si por parte de la inspección de trabajo se está comprobando el cumplimiento de estas normas”.

Los epidemiólogos alertan de un posible repunte de contagios en el etorno laboral durante el invierno. “Por desgracia, no contamos con una evaluación clara de la situación en los centros de trabajo, y es probable que ésta cambie en el hemisferio norte porque no podremos tener la misma ventilación natural que tenemos durante en verano.”, asegura

Manolis Kogevinas, director científico de la distinción Severo Ochoa en el Instituto de Salud Global.

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