Chile despenalizó el aborto apenas en 2017 y en solo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la madre y embarazos producto de una violación. La justicia castiga el aborto ilegal con penas de 3 a 5 años de cárcel.
El triunfo de la "marea verde" en Argentina podría causar un efecto dominó en la región. Eso se verá en los próximos años, pero este miércoles el Congreso chileno comenzó a discutir un proyecto de ley para despenalizar el aborto, dentro de las primeras 14 semanas.
Una iniciativa que fue ya presentada en 2018 pero descartada por las filas del Gobierno conservador de Sebastián Piñera.
Antes de iniciar la discusión en el pleno, grupos a favor y en contra del aborto protagonizaron momentos de tensión a las puertas de la Cámara de Diputados, ubicada en la ciudad de Valparaíso, donde la Policía tuvo que intervenir.
A diferencia de la ley aprobada en Argentina el pasado diciembre, el proyecto chileno se limita solo a despenalizar el aborto y no garantiza n i provee la prestación ni el acompañamiento del Estado.
"Esperamos abrir un debate que se juegue en las calles, como pasó en Argentina, y que desborde al Parlamento", aseguró la vocera de la organización Coordinadora Feminista 8M, Karina Nohales.
Chile despenalizó el aborto apenas en 2017 y en solo tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la madre y embarazos producto de una violación. La justicia castiga el aborto ilegal con penas de 3 a 5 años de cárcel.
El movimiento feminista denuncia que muchas chilenas que cumplen con las tres condiciones encuentran dificultades aún para interrumpir su embarazo por las objeciones de conciencia interpuestas por clínicas y especialistas para practicarlo.
El país latinoamericano había prohibido totalmente el aborto a finales de la dictadura de Augusto Pinochet, despojando cualquier vía legal de su practica por casi 30 años.