El Gobierno francés persigue su cierre por su defensa del racismo y les ha dado un plazo de diez días para exponer sus argumentos antes de disolverse
El movimiento de extrema derecha "Generación Identidad" sale a las calles de París en protesta por su disolución.
Pese a haber superado varias batallas judiciales, el Gobierno francés persigue su cierre por su defensa del racismo. Los miembros de este movimiento antimigratorio tienen como objetivo preservar la civilización francesa y europea, que consideran socavada por los inmigrantes.
El Ministro del Interior de Francia les ha dado un plazo de diez días para exponer sus argumentos antes de disolverse, basándose en el código de seguridad francés que prohíbe los grupos que "provocan discriminación, odio o violencia".
Contramanifestación antifascista
En respuesta, decenas de personas se congregaron en el sur de la capital francesa en una contramanifestación antifascista. Una concentración no permitida por la policía de la ciudad por no haber sido notificada con suficiente antelación.
La protesta por la disolución del movimiento radical ha causado controversia en el seno del partido de ultraderecha Agrupación Nacional. Su presidenta Marine Le Pen critica el cierre, que considera un ataque a las libertades fundamentales, pero ha dado instrucciones a los miembros de su partido de no ir a la manifestación.