Miles de personas se echaron el lunes a las calles en distintas ciudades de Bolivia para protestar contra la detención de la expresidenta interina, Jeanine Áñez, que pasará al menos cuatro meses en prisión provisional acusada de sedición, terrorismo y conspiración...
Miles de personas se echaron el lunes a las calles en distintas ciudades de Bolivia para protestar contra la detención de la expresidenta interina, Jeanine Áñez, que pasará al menos cuatro meses en prisión provisional acusada de sedición, terrorismo y conspiración. Convocadas por partidos y asociaciones de derecha, hubo marchas multitudinarias en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Los manifestantes acusan al Gobierno izquierdista de Luis Arce de inventarse cargos, utilizar la Justicia con fines políticos y querer hacer de Bolivia "otra Venezuela".
Desde el Ejecutivo, se asegura que la Justicia es independiente y se auguran más detenciones de implicados en los hechos que desembocaron en la renuncia forzada de Evo Morales en noviembre de 2019 y en la represión de las protestas de sus seguidores, que dejaron 36 muertos y cientos de heridos. Para la Fiscalía, se trató de un golpe de Estado. Además de Áñez, están en prisión preventiva dos de sus exministros y dos exjefes militares. Otros políticos del anterior Ejecutivo están en busca y captura.
Para los manifestantes, lo que ocurrió a finales de 2019 no fue ningún golpe, sino la respuesta constitucional a un pucherazo electoral orquestado por el MAS (Movimiento al Socialismo). El partido de Evo Morales y de Luis Arce regresó al poder tras imponerse con claridad en las elecciones generales del pasado mes de octubre.