Las autoridades rusas aseguran que el líder opositor Alexéi Navalni, que ha anunciado una huelga de hambre en prisión tras denunciar un deterioro de su salud, recibe toda la atención médica necesaria.
El líder opositor ruso Alexéi Navalni se declara en huelga de hambre y acusa a los servicios penitenciarios de denegarle la asistencia médica en prisión, donde ha sufrido en las últimas semanas un brusco deterioro de su salud.
Tras denunciar torturas por privación de sueño que fueron ignoradas tanto por las autoridades carcelarias como por el Kremlin, Navalni ha decidido recurrir a la huelga de hambre para hacerse oir.
Recluído en Pokrov, al este de Moscú, una de las peores cárceles de Rusia, el opositor, que cumple dos años y medio de cárcel, acusa a la administración de acoso.
Navalni denuncia que, pese al progresivo dolor que sufre en la espalda y las piernas, no ha recibido asistencia ni le han recetado medicinas apropiadas para aliviar su sufrimiento.
Recuerda además que en 2020 fue envenenado cuando viajó a Siberia, tras lo que cayó en coma y fue trasladado a una clínica en Berlín, y sugiere que ese puede ser otra vez el motivo de sus problemas de salud.