Según los especialistas, por los mensajes contradictorios de las autoridades y la mala distribución en algunas regiones. El objetivo de conseguir la inmunidad de rebaño en el verano se ve ahora muy difícil.
En Moscú, cualquiera puede ser vacunado contra el coronavirus en un par de minutos mientras está de compras en un centro comercial.
Vacunarse en centros comerciales o restaurantes de comida rápida
Se han instalado unidades de vacunación en hospitales, clínicas privadas, teatros, incluso en restaurantes de comida rápida. En algunas ciudades rusas, los mayores son tentados con descuentos o dinero en efectivo a cambio de un pinchazo de Sputnik V.
Un pequeño incentivo para aumentar el bajo nivel de inmunización contra la COVID-19 que registra el país.
Mensajes contradictorios
"Durante 2020 la población rusa fue bombardeada con mensajes contradictorios", explica Vasili Vlasov, experto en sanidad pública de ka Higher School of Economics. "Primero, que la COVID era una falsa amenaza, simplemente un resfriado. Luego que era una infección mortal, más tarde se prohibió salir de casa. Después todas las vacunas mataban el virus menos la rusa. Creo que todo eso llevó a a la gente a evitar lo que cree que es razonable evitar".
Difícil inmunidad de rebaño
Ante este panorama, el objetivo del Kremlin de conseguir la inmunidad de rebaño para final de verano se hace harto complicado. Otra de las razones, según los especialistas, son los fallos en el sistema de distribución, que han dejado a algunas regiones sin suministros.
"Ahora en Rusia se ha contagiado la misma cantidad de gente que en el pico de mayo de 2020 y mueren el doble de personas que entonces", comenta Vlasov.
Según datos oficiales, el número de infecciones diarias es de entre ocho y nueve mil, con hasta 400 fallecimientos. A pesar del aumento de la incidencia, no se habla de una tercera ola. Entonces, ¿para qué vacunarse? piensan muchos.
Turismo de vacunación
En cambio, muchos turistas extranjeros, conscientes de la gravedad de la situación, viajan a Rusia atraídos por el precio asequible de la vacuna.
"Esto es una pandemia", dice este alemán. "Y no quiero enfermar pillando el coronavirus. Para mí es importante estar sano".
Actualmente, un 8% de la población rusa -más de doce millones de personas- ha recibido al menos una dosis, a pesar de que la campaña de inmunización comenzó en diciembre, frente al 27% de la Unión Europea y el 44% de Estados Unidos.