Por Kate Abnett y Sabine Siebold
BRUSELAS, 25 may (Reuters) - La reunión de los dirigentes de la Unión Europea del martes podría concluir sin que se haya hecho una declaración sobre cómo cumplir el nuevo objetivo del bloque de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, debido a las diferencias sobre su próxima revisión de las políticas climáticas, según han dicho los altos cargos de la UE.
Reunidos en Bruselas, los 27 mandatarios nacionales debatirán el nuevo objetivo de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990, según se acordó el mes pasado. El objetivo anterior consistía en una reducción del 40%.
Los dirigentes expondrán sus puntos de vista sobre qué sectores y países deben soportar la mayor carga. También se pronunciarán sobre los cambios políticos que aceptarán para alcanzar el objetivo, antes de que la Comisión Europea publique en julio un enorme paquete de políticas climáticas.
Líderes de cuatro países de la UE dijeron que era posible que el cambio climático fuera eliminado de las conclusiones de la reunión, si algunos países intentan incluir peticiones específicas que limiten lo que la Comisión puede proponer en julio.
Algunos países del centro y del este de Europa quieren dar instrucciones a la Comisión para que realice cambios políticos concretos, por ejemplo, para aumentar el tamaño de un fondo de la UE que ayuda a los Estados más pobres a invertir en energía limpia.
El borrador de las conclusiones de la cumbre, visto por Reuters, no incluía este punto. Sin embargo, sí pedían a la Comisión que mantuviera el actual sistema de la UE para fijar los objetivos nacionales de reducción de emisiones de los países.
La UE establece objetivos nacionales para frenar las emisiones en sectores como el transporte y los edificios, que no están incluidos en el mercado de carbono de la UE. De acuerdo con el nuevo objetivo climático de la UE, habrá que aumentarlos.
Los objetivos se basan en gran medida en el producto interior bruto (PIB) per cápita de un país, lo que significa que los Estados más pobres se enfrentan a objetivos más débiles que los países más ricos.
Los representantes de varios países se mostraron partidarios de mantener el sistema actual, que también ajusta los objetivos de los países más ricos para garantizar que las reducciones de emisiones se produzcan allí donde sean más rentables.
(Información de Kate Abnett y Sabine Siebold; información adicional de Philip Blenkinsop, Tsvetelia Tsolova; edición de John Chalmers y Philippa Fletcher; traducción de Flora Gómez en la redacción de Gdansk)