Los agricultores norcoreanos se afanan en los arrozales en el momento crítico del trasplante de las plántulas de arroz.
Esto es un arrozal en las afuera de Pionyang, en Corea del Norte. Los agricultores de la cooperativa de Namsa se afanan en trasplantar las diminutas plántulas de arroz que han estado creciendo en semilleros protegidos. Haya tormenta o sequía, el traslado del arroz debe hacerse bien para cosechar en otoño.
Kim Song Chol, jefe de un subequipo de trabajo en la granja cooperativa de Namsa:
"Toda la granja está concentrando todos los esfuerzos en el trasplante de arroz. Nuestro subequipo de trabajo está aumentando el uso de máquinas de trasplante de arroz para terminar el trasplante de arroz en el momento adecuado."
El trasplante de arroz es un proceso que requiere mucha mano de obra. Lo habitual en Corea del Norte es pasar horas vadeando el barro, encorvado, intentando arrancar y plantar las plántulas en filas ordenadas para que crezcan y prosperen.
Kil Jong Hwa, agricultora de la granja cooperativa de Namsa:
"Lo principal en el trasplante de arroz es criar las plántulas de arroz para que sean fuertes. Cuidamos los lechos donde empiezan a crecer las plantas de arroz."
El arroz, no es solo el alimento básico de la población, es un desafío político para el líder norcoreano, Kim Jong Un que insiste en "resolver el problema del suministro de alimentos para el pueblo".
Pero eso es difícil , ya que Corea del Norte no tiene suficiente tierra cultivable para alimentar a su población.