Por Marie-Louise Gumuchian
LONDRES, 24 jun - Andrew Lloyd Webber y otros empresarios dijeron el jueves que iniciaron una acción legal para presionar al gobierno británico para que publique una investigación sobre la seguridad de realizar eventos en lugares cerrados durante la pandemia.
Los directores de conciertos y productores teatrales, que incluyen también a Cameron Mackintosh y Sonia Friedman, dijeron que necesitaban la información para que su industria, ya paralizada por meses de restricciones impuestas para frenar la propagación del COVID-19, pudiera planear con anticipación la temporada de verano boreal.
Las autoridades británicas han llevado a cabo un plan piloto en los últimos meses, probando a las audiencias en eventos en vivo desde partidos de fútbol hasta los Brit Awards, para ver si pueden celebrarse sin distanciamiento social.
Los productores de teatro dijeron en un comunicado conjunto que el gobierno "se había negado a publicar los resultados de la primera fase del Programa de Investigación de Eventos, a pesar de haber dicho que lo haría en numerosas ocasiones".
Consultado sobre el anuncio de los productores, un portavoz del primer ministro Boris Johnson dijo a periodistas que el gobierno entendía que "la demora necesaria para el paso cuatro es un desafío para los eventos en vivo".
"Es por eso que pusimos a disposición 2.000 millones de libras a través del mayor paquete de financiación de las artes de la historia", agregó.
La pandemia inicialmente forzó a todos los teatros británicos y salas de conciertos británicos a cerrar sus puertas. Algunas reabrieron brevemente en diciembre y, según la hoja de ruta de Johnson para salir del confinamiento, las producciones más pequeñas se reanudaron en mayo, aunque al 50% de la capacidad y con medidas de distanciamiento social.
Los musicales más grandes esperaban el levantamiento completo de las restricciones, ahora aplazadas del 21 de junio al 19 de julio debido a la propagación de la variante Delta, que es más infecciosa.