El nuevo estado de alarma en la ciudad japonesa hace imposible la presencia de espectadores en las gradas.
La llama olímpica ya está en Tokio. La ex tiradora paralímpica Aki Taguchi y el extenista Shuzo Matsuoka fueron este viernes los encargados de cumplir con la mítica ceremonia en un estadio prácticamente vacío, tan solo con algunos periodistas acreditados.
Este mismo jueves la organización confirmaba que los Juegos habrán de celebrarse sin público en las gradas. Tokio es actualmente escenario de un nuevo estado de alarma que estará vigente hasta el próximo 22 de agosto, dos semanas después de que concluyan la cita olímpica, lo que acabó haciendo inevitable la drástica decisión, a dos semanas de la inauguración.
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El desangelado acto de la llegada de la antorcha no será el único hasta entonces. Los próximos eventos públicos del tradicional relevo a lo largo de la ciudad serán sustituidos por ceremonias retransmitidas por Internet, y tan solo la etapa en las remotas islas de Ogasawara, al sur de Tokio, se mantendrá como estaba previsto.
Aún no han arrancado y ya queda claro que los de Tokio 2020 serán los Juegos Olímpicos más diferentes.