La oposición acusa al ministro del Interior Horst Seehofer de fallo sistemático a la hora de transmitir las alertas a los municipios afectados. Seehofer atribuye las críticas a una estrategia electoral.
Continúa la cuenta atrás en la búsqueda de supervivientes en el oeste de Alemania, mientras se intensifican las labores de limpieza en las zonas inundadas.
Y en paralelo, crece la polémica sobre si toda la devastación podría haberse evitado.
El ministro del Interior, contra las cuerdas
Las críticas tienen como blanco a este hombre: Horst Seehofer. Los liberales del FDP lo acusan de fallo sistemático. El ministro del Interior ha ido a comprobar in situ este lunes la gravedad de la situación en los dos estados afectados.
Una estrategia electoral
Para Seehofer las críticas no son más que una estrategia de campaña de cara a las elecciones legislativas del próximo mes de septiembre.
"Creo que la protección civil en Alemania está bien posicionada. Porque eso es lo que los profesionales del rescate me han asegurado. Pero no debemos ser arrogantes y decir que nada puede mejorarse. Por el contrario, debemos mejorar cualquier cosa que podamos, en alertas, equipamiento o recursos materiales".
Fallo de comunicación de las alertas
La oposición lo acusa de errores en el traslado a los municipios las previsiones procedentes de EFAS, el sistema europeo de alertas ante inundaciones y del servicio meteorológico alemán. Este llevaba advirtiendo desde principios de la semana pasada sobre lluvias fuertes y prolongadas.
Seehofer insiste.
"Les digo que las cosas han funcionado bien en Alemania. No excluyo que tengamos que mejorar una o dos cosas. Eso no estaría bien. También en referencia a la situación actual".
Lo primero, señala el titular de Interior alemán, era unir fuerzas para proporcionar ayuda inmediata sobre el terreno, no era el momento para la crítica. Y ahora, dice, la prioridad es la reconstrucción, que costará miles de millones de euros.