Markus Söder y el sueño de la sucesión de Angela Merkel en el Bundestag

Markus Söder aspiraba a ser el sucesor de Angela Merkel. Durante la crisis provocada por el coronavirus, el líder de la CSU, de 54 años, y la canciller de Alemania, 13 años mayor que él, trabajaron codo con codo en numerosas ocasiones.
En Berlín, tanto Merkel como Söder mostraron su apoyo a Armin Laschet tras imponerse a Söder como candidato del grupo parlamentario de la Unión a la Cancillería. El primer ministro de Baviera dio las gracias a quienes se habían pronunciado a favor de su candidatura. Pero también utilizó la ocasión para lanzar pequeños dardos envenenados.
"No hay necesidad de quejarse. Finalmente, es el momento de luchar. No albergo ningún deseo de oposición. Ningún deseo de este tipo, queridos amigos", afirmaba Markus Söder en el marco de un mitin político.
En Baviera, donde se produjo el primer contagio de coronavirus confirmado en Alemania, Söder ha liderado, a menudo, las medidas adoptadas contra el virus. Y, por ello, ha sido criticado por los primeros ministros de otros estados federados. Recientemente, tuvo que pelearse con su socio de coalición en Múnich (en el Gobierno del estado federado de Baviera) porque su diputado Hubert Aiwanger, de los llamados Votantes Libres, no quería vacunarse contra la COVID-19.
Con casi dos metros de altura, Söder, que sobresale por encima de muchos políticos, sabe acaparar la atención y lo hace con mucha más desenvoltura que Armin Laschet y Olaf Scholz, candidato del SPD a la Cancillería de Alemania.
"Baviera y Berlín son, en cierto modo, como Nueva York y California. Berlín se parece más a Nueva York: un poco agitada, un poco ruidosa, interesante... Pero, de alguna manera, muy densa. Y, si estás allí demasiado tiempo, también resulta un poco agotadora. Nosotros nos parecemos más a California. Hay mejor clima, alta tecnología y un equilibrio diferente entre la vida laboral y la vida personal. Así es como lo definiría. Baviera es la California de Alemania", señalaba Markus Söder.
Al abogado de Núremberg le gusta, ahora, dar a su imagen un tinte ‘verde’ y se considera el mejor sucesor posible de Angela Merkel en el Gobierno alemán.