Personas de Italia y Europa escriben cartas y correos electrónicos y envían sus preciosas muñecas a este hospital, donde se les da un diagnóstico y una cura adecuados.
En el centro de Nápoles hay un lugar especial donde se restablece el bienestar emocional y se salvan del olvido recuerdos conmovedores. En el hospital de muñecas, las muñecas y los osos de peluche reciben una nueva vida y sus dueños pueden recuperar su infancia perdida.
Tiziana Grassi es la responsable del hospital de muñecas y señala: "Cuando la gente se pone en contacto con nosotros, lo primero que siente es la necesidad de contarnos su historia y el motivo por el que esa muñeca ha permanecido en su vida de forma permanente. Detrás de cada muñeca, siempre hay una historia extraordinaria".
Personas de Italia y Europa escriben cartas y correos electrónicos y envían sus preciosas muñecas a este hospital, donde se les da un diagnóstico y una cura adecuados.
Tiziana Grassi apunta: "A través de la reparación de muñecas, somos capaces de recuperar las emociones reales de las personas, aquellos momentos precisos en los que eran y se sentían niños y abrazaban su objeto preferido".
"Mi abuela ya no está aquí y siempre quiso llevar la muñeca al hospital y sentí que debía respetar su deseo. Ahora se va a curar bien", destaca una de las clientas.
Es un hospital diferente. Aquí, ningún paciente muere, y todos son dados de alta con buena salud. Luego, depende de sus seres queridos que sigan así, y que sigan siendo sus mejores amigos y sus recuerdos más preciados.
Tiziana heredó su pasión de su padre y sus bisabuelos. La primera tienda de reparación de muñecas se abrió a finales del siglo XIX y ahora ella la ha convertido en un lugar mágico para los niños... y para los adultos, que realizan un viaje por el baúl de los recuerdos.
Para las muñecas, entrar en este lugar significa arreglarse; pero para sus dueños es un momento para revivir **la magia de la infancia. **