Por Shadia Nasralla y Kate Abnett
GLASGOW, 11 nov - Una incipiente alianza internacional para detener nuevas perforaciones de petróleo y gas agregó seis miembros el jueves durante la conferencia de la ONU contra el cambio climático, aunque no ha obtenido el apoyo de ningún emisor importante de combustibles fósiles ni del Gobierno británico, el anfitrión de las conversaciones.
La ausencia de un respaldo más generalizado refleja la dificultad de imponer políticas de base para poner fin a la producción de combustibles fósiles, incluso cuando los países están de acuerdo en que las emisiones derivadas del consumo tradicional deben reducirse en gran medida.
Francia, Groenlandia, Irlanda, Suecia, Gales y la provincia canadiense de Quebec se unieron a la alianza "Beyond Oil" (BOGA, por sus siglas en inglés), formada por Dinamarca y Costa Rica en septiembre.
Ninguno de los miembros, que se comprometió a dejar de otorgar permisos de perforación y eventualmente prohibir el bombeo de petróleo y gas en sus territorios, registra una producción sustancial.
BOGA, que se describe como un grupo de "pioneros", busca aumentar la presión para poner fin al suministro de combustibles fósiles y dijo que espera que las incorporaciones a su alianza se vayan extendiendo.
"Nuestra ambición es que este sea el comienzo del fin del petróleo y el gas", dijo a Reuters el ministro danés del clima, Dan Jorgensen. "Esperamos que este proyecto inspire a otros".
El ministro dijo a periodistas que estaba "en estrecho diálogo" con Escocia, donde se están llevando a cabo las conversaciones de la ONU y en cuyas aguas se concentra la mayor parte del petróleo y el gas de Reino Unido.
El gobierno británico está a cargo de los permisos de exploración y extracción de petróleo y gas.
BOGA no prohíbe actividades como la refinación de petróleo o el consumo de productos derivado, ya que se enfoca sólo en el segmento "upstream" de la industria.
Entre los principales productores de petróleo y gas que destacaron por su ausencia se encontraban Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos.
La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, busca reclamar liderazgo en la lucha contra el cambio climático, pero los aspectos legales le han impedido concretar hasta ahora una normativa que apunte a terminar con las nuevas autorizaciones para extraer combustibles fósiles en terrenos controlados por el Gobierno federal.
Estados Unidos, el mayor productor de petróleo y gas del mundo, tiene el objetivo de descarbonizar su economía para 2050.
Gran Bretaña no tiene planes de detener la producción nacional de petróleo y gas, pero está reformulando las reglas en torno a las licencias para reducir las emisiones asociadas con la producción "upstream".